6 de enero de 2014

El software como arma.

Anteayer tuve que responder a este post de el blog de ReactOS en el cual se plantea que la licencia GPL es poco práctica ya que pone trabas al programador para utilizar el código.

Ahí me encontré planteando que el software suele ser utilizado como un arma dejando pueblos enteros con miedo de una maquina que no entienden, que tienen miedo de romper y que no pueden usar, solo ser usados por ellas.

Y es que cada vez veo más gente usando Facebook o Gmail sin saber cuanto cuesta, usando Windows y Office por miedo (y no por las ventajas reales que tienen) y usando herramientas cada vez más complejas para tareas cada vez más simples.

Esto tiene por resultado que estas poblaciones se vuelvan cada vez más dependientes, más esclavas de estas herramientas y las armas utilizadas son en gran medida software, software muy potente, muy complejo y cerrado. El detalle de cerrado no es menor, porque de pronto evita que uno meta mano, evita que uno se vuelva participe de lo que pasa dentro y convierte la PC en una involuntaria caja negra.

Y entonces esta cuestión del software se vuelve muy parecida a las semillas transgénicas, a la maquinaria industrial alemana, a los trenes ingleses y en general a todos esos insumos que aumentan tu producción, a cambio de aumentar también tu dependencia. En este sentido el software es usado como un arma ya que convierte a los usuarios en víctimas, en pobres.

La única clausula que agrega GPL, es que no podés usar ese software como arma y si, es poco práctico, pero creo que es necesario.

2 de enero de 2014

Trabajando para el enemigo

Hace un tiempo leí un libro sobre la historia de la India, como siempre pasa con los libros, todo lo que paso mientras leía el libro empezó a pasar por una lente especial, a través de esa fascinante historia.

La historia es simple, lo atacaron los romanos, los atacaron los árabes, los atacaron los mongoles, los atacaron los ingleses; pero la magia está en los detalles. Los romanos invadieron, pero después se fueron, los árabes se quedaron y sus hijos se convirtieron en indios musulmanes, enemigos y cohabitantes, los mongoles atacaban en ráfaga, y los ingleses destruían la cultura y volvían enemigos a los amigos.

La historia que más me tocó, fue la de los ingleses, ellos no iban a la guerra, pagaban indios para que vallan por ellos. Ni siquiera les pagaban bien. Uno no puede dejar de notar que el jefe actual de uno es indio, pero que trabaja en Estados Unidos y habla inglés, uno no puede dejar de ver que uno mismo se está pasando el día hablando inglés, siendo bien o mal pago según la referencia que uno toma, que uno está siendo un soldado más en las lineas enemigas.

31 de julio de 2013

Rutinas

Hoy estuve pensando en lo buenas que son las rutinas, a pesar de su mala fama, porque uno puede pensarlas, limarlas, adaptarlas de a poco. A eso se me ocurrió decirle optimizarlas. [1]
Hay si un problema, veo poca gente que se ponga a repensar su rutina y no puedo más que pensar por qué.
Mi primera idea es que esto tiene que ver con cómo se organiza el trabajo cosa que me hace acordar de una anécdota de hace un tiempo, cuando trabajé de administrativo en una escuela y a las 3:40pm termino el trabajo que me habían encomendado, así que pregunto ¿y ahora que hago? y me responden que a las 5pm hay que ordenar los partes. Entre medio no había nada... ahí entendí por qué el trabajo que yo había hecho en un rato, los otros lo hacían con muchas vueltas. ¿Para qué optimizar en ese contexto? [2]
Esa es mi primera hipótesis, que uno se acostumbra a no optimizar y así sigue el día a día.
La otra opción que se me ocurre ahora es que hacer el recuento es muy difícil o muy molesto y entonces uno lo esquiva o que simplemente como dijo Mafalda, lo urgente no deja tiempo para lo importante.

 [1]: Viene a mi cabeza ahora que la optimización estaba en mi cabeza en forma de profesión cuando era chico.
 [2]: Uno podría pensar que si termina antes, puede ponerse a leer o hacer algo útil, pero no es así, porque el ambiente no lo permite en lo más mínimo.

2 de abril de 2013

Las dos vidas

Estoy retomando un post que empecé hace ya bastante tiempo, en el post pensaba comentar algo que se podría resumir en que las personas con dos vidas, son generalmente mejores que aquellas con solo una, ya que estas personas podrían verse desde afuera de si mismos, desde su otro yo.

Empezaba diciendo que los dentistas son gente de mierda, que son odiosos, pero que si fuera dentista y peluquero, quizás se daba cuenta de que en general los dentistas son malos tipos y podría actuar en consecuencia.

Mirando a la lejanía, veo que tenía bastante razón, pero ahora me preocupa que la gente cambia, y que entonces todos tenemos más de una vida. Ahora estoy en la cuestión de la vida online, o mejor dicho, las vidas online, porque estuve viendo que ya tengo más de un nombre y más de un interés… que obviamente se cruzan más de una vez, pero no todo el tiempo.

Quien escribe este blog, cuál de todos los yo que hay online?

Esta preocupación no es para mí una cuestión menor, tiene que ver con la privacidad en internet, tiene que ver con la firma, tiene que ver con el idioma en el escribo esta nota y en como veo mi propia historia.

No se si uno postea cosas que no tiene resueltas, pero puedo llegar a la conclusión parcial, de que este yo, el que escribe esta nota, simplemente no sabe la respuesta a esta pregunta.

7 de agosto de 2012

La forestal del software

He estado pensando en la cuestión de vender software en dólares, porque salió la charla en la reunión de Ruby y estaban todos tan optimistas, que me vi obligado a ponerme en contra y la verdad que no fue muy difícil.

El problema se encuentra siempre por una evidencia y en este caso tenía que ver con la jornada laboral, en este caso, de 8 horas. Los trabajos para afuera tienen jornadas de 8 horas y sin embargo, es medio famoso que los sueldos más altos del área, los tiene gente que labura 4 horas.

Ahí salte yo entonces a decir que el problema, es que si uno se dedica a hacer software para empresas de afuera, cuando las vacas se queden flacas, uno se va a quedar sin amigos y sin dónde caerse muerto.

Y es que estamos viviendo un momento de lujo para el diseño de software y a uno le encantaría pensar que eso no se va a acabar nunca y que las empresas nacientes van a seguir saliendo todos los días, y que internet se va a seguir llenando ilimitadamente.

Pero no, ayer, entré a entré a Internet y la ví más terminada, como si ya no quedara mucho lugar donde meter la mano, busqué una aplicación que no conocía y la encontré al toque, fue impactante.

Ahora, cuando pienso en hacer software para afuera, pienso que no me gustaría perderme el tren y si puedo en algún momento vender en dólares, me gustaría, pero no más de 6 horas, no importa cuantos dólares, porque esos tipos no me van a pagar la jubilación, así que hay dos horas que voy a trabajar acá, adónde puedo hacer amigos.

Y es que en este momento no existe una empresa sin software, está condenada a ser devorada por otra que puede vender por internet, que puede entrar a tu casa y ver tus fotos de facebook. Y hay un montón de proyectos acá, que necesitan buen software y no tienen dólares para pagarlo, tienen pesos, pero son esos proyectos los que mañana te van a dar trabajo de mantenimiento, de limpieza o de chofer, para cuando las vacas se estén muriendo.

12 de julio de 2012

veintiocho


Bueno, la manecilla de los años va lento, pero en algún momento llega el momento en que hace ‘tic’ y hay una fiesta, pasa de 27 a 28, como ahora, y vale la pena ver que pasó mientras tanto.
Mis 27 años empezaron con una fiesta, de la cual solo recuerdo el “seminario”, el resto, por lo visto, pasó al olvido, eso no hace que no haya “valido la pena”, pero… hace ver que lo del seminario, fue algo especial. Gonzalo habló del ninja, Mariela habló del castillo, Facundo del faso, Mariel habló de adorno, yo no hablé, pero tomé vino, que trajo facu.
Haciendo memoria, fuimos a lo de Paula y jugamos Team Fortress, viciamos muuuucho rato.
Yo estaba terminando la carrera, estaba rindiendo seminario… veo los mails de esas épocas y casi lloro… no había caído en la cuenta de que hace un año, me parecía mucho más lejano, como de otra era. En ese momento mi eje era la facultad, mis pesares tenían que ver con los docentes, con hacer el trabajo, con recibirme, ahora lo siento tan lejano.
Blue Lemon estaba naciendo, estábamos intentando cobrar lo de representaciones, nunca nos salió lo de cobrar, estábamos empezando la única aplicación “no tan buena” que hicimos.
Después me recibí, ante la incredulidad de todos los docentes, que no daban un peso por que eso llegara a ocurrir alguna vez y volví a hacer una fiesta, esta vez más multitudinaria (recordando 8 años de sufrimiento) comimos comida muy rica e hice un poco más largo el deshonroso acto de pedir dinero. La fiesta estuvo muy buena, la comida estuvo genial (fue bondiola) y la gente la pasó muy bien. Yo hoy, no puedo evitar pensar, que todo eso tuvo algo de casualidad.
Después la vida siguió, yo seguí en el BAPI bastante tiempo más, Rafa se fue a Mar del Plata, Mariel se puso a estudiar a Foucault y yo intenté ponerme todo ese tiempo que (creí ingenuamente) ahora si tenía, porque no tenía que estudiar esas materias de mierda.
No tuve tanto tiempo, pero algo más hubo, porque ahí mi código se hizo más lindo y aprendí un montón, pero ni por un segundo sentí que tuviera más tiempo. Quien sabe, quizás si hubo más tiempo, ahora que lo miro en retrospectiva. Aprendí mucho, eso si.
Ahí por un tiempo, hice más deporte, ya venía con el fulbito, y agregué el gimnasio, estuve muy bien con eso.
Se mudó Andrés, se mudó Gonzalo, fui a las respectivas casas, pero menos de lo que hubiera querido, estuve muy enganchado con la compu y le dejé de dar bola a casi todo lo demás. Empecé la carrera de Ingeniería en sistemas un tiempo antes de inscribirme, ahora que lo veo desde otro lado, fui a un par de clases aisladas, hice un curso de bases de datos en Stanford, después, me inscribí en UTN.
Pero uno se pregunta como llegó a donde llegó y la respuesta suele ser la misma “de a poco”. Una perdida de contacto con amigos, una desconexión muy grande, tuvo sus frutos a la larga, ya a principio de 2012, había perdido mucho contacto con todo el mundo y cuando me juntaba con alguien tenía que remarla, porque no sabía de que hablar. Dejé el gym, perdí el futbol y perdí una parte del lenguaje del resto de los mortales. De a poco me fui intentando reincorporar, y como siempre, lo insoportable es que también se sale “de a poco”, así que anduve en eso desde principios de este año hasta ahora.
Por otro lado, me puse seriamente a aclarar mis proyectos a largo plazo, y aunque no escribí casi nada, escribí y hablé mucho más sobre mis proyectos que otros años, leí el texto que me recomendó Mariel y seguí algunos pasos, me ayudó mucho. Después leí Focus que también me enganchó, y logré llevar a la práctica muchas cuestiones y sacarme bastante la locura que venía llevando.
Si de viajes se trata, mis viejos se pasaron bastante, unos se fueron a ecuador o a las canarias, o esas islas caribeñas y la otra se fue Europa. Nosotros, en cambio, nos fuimos a Villa Urquiza y la verdad que fue un logro, porque la pasamos bien, y somos gente muy difícil, así que es un logro. Los días en la playa, el agua, el barro, las caminatas eternas, el helado, el juego de las cartitas, las mañanas no me las acuerdo bien. Pero no me acuerdo de las peleas eternas, no me acuerdo de las caras de ojete, así que me parece que algo nos salió bien.
Empecé la facultad con el pie derecho, me recordó mis primeros años de facultad, cuando las materias eran fáciles, cuando no entendía por qué a los otros les costaba tanto.
Bueno, como ya saben, esta historia, no tiene un final… terminó en el párrafo anterior.

9 de junio de 2012

Vi la lista de schindler

Uff... citando a un amigo, diría que "es un genio, o un hijo de puta, o las dos cosas, " eso es, las dos cosas.

Y me hizo pensar en la docencia y me dejó un poco hecho mierda, pensando en... la docencia. En realidad me hizo pensar en la docencia un poco más tarde, como dos horas después, cuando pensé en qué me había dejado pensando, cuando pensé en qué "tenía que hacer" con esa película.
Como si esa película me hubiera dejado en deuda, como que uno queda en off-side preguntandosé como mierda seguir a pesar de que uno no pone un puto peso para salvar la vida al pibe que pide, porque en realidad no le puede salvar la vida a nadie. Yo salgo de la película pensando en la pobreza como un gueto grande.
Y después uno sale a dar clases y que dice sobre la película que vió en shabat? que les digo? para que mierda uno es docente? Y eso me hace acordar, que justo a esa pregunta ya la había respondido una profesora mía, y me hace acordar que le tengo que comentar a mis alumnos ese por qué. Para qué sean mejores que yo.
Espero no estar haciendoselá muy fácil.